Animal-Atada 2
Poco a poco me despojaste de la pena y tú hiciste lo mismo -“Que hermosa eres”.- dijiste.
El sonido de tu cinturón desabrochado golpeando contra tu cuerpo estremeció el mío, lo extendiste con tus brazos, me miraste y lo supe.
Extendí mis manos y lo enrollaste en ellas, súbitamente el crujir de tu cinturón sonaba ya sobre mi cabeza... mis latidos retumbaban en toda la habitación.
Tocabas seda mientras yo sentía la resistencia y dureza de tu cinturón.
Dijiste “Tranquila no será rápido ni preciso”.
Lo que hiciste esa noche no fue solo estallar mi cuerpo, me sometí en sentimientos... me sometí a ti.
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